Tener una bandeja en que poner monedas es una costumbre común en la iglesia hispánica católica. El dinero que se junta aquí frecuentemente se usa para el mantenimiento de la iglesia o, en muchos casos con las numerosas iglesias antiguas, su restauración. También se puede usar los fondos como limosnas (alms) para los pobres. Es notable ver que hay muchas monedas de cobre y pocas de plata, que valen mucho más.